Visitando la fábrica de Antares

A un año y meses de estar online con el blog, podemos decir que nos ha dado enormes satisfacciones. Hemos conocido mucha gente, hicimos nuevos amigos, conocimos nuevos lugares y por supuesto lo más importante, probamos una cantidad asombrosa de nuevas cervezas. Pero hace unos días la Logia Cervecera marcaría otro hito importante.

10 años de Antares

Como conocieron a través de notas anteriores, hicimos contacto con la gente de Antares y especialmente con uno de sus dueños y brewmaster, Leo Ferrari. Así fue que pudimos estar en la inauguración de su nuevo local en Pto. Madero. Ya con eso nos dábamos por hechos, pero Leo nos volvió a sorprender cuando nos hizo una invitación increíble: Compartir con él y su equipo la primera cocción de la próxima cerveza elección del brewmaster. No es una cerveza más… esta tiene un significado muy especial. Se llamará 10 años y es para festejar la primera década de Antares.

Los invitados con parte del staff de Antares y las bolsas de maltas

No les puedo contar la alegría que tuvimos al recibir semejante invitación. El único temita era que solo podía concurrir uno de nosotros, dado que iba a haber otros invitados e imagínense el lío que provocaríamos en la fábrica si íbamos nosotros seis. Por lo que después de deliberar se decidió que concurra yo en nombre de todos (gracias muchachos!!!)

Arribé a la fábrica a las 10am, como habíamos acordado. Al llegar fui recibido por Leo Ferrari, y conocí a Manuel de Mundo Cerveza quien también había sido invitado al evento. Unos minutos más tarde se nos uniría unos amigos de la casa. Ya estando todos, comenzamos con el trabajo previsto: elaborar la cerveza.

Lo primero fue juntar la cantidad de malta que indicaba la receta, pesando las bolsas hasta llegar al kilaje deseado. Una vez esto, se comenzó con el llenado del macerador y se comenzó con la mezcla de las maltas seleccionadas.
Acá tengo que contarles lo primero que me impresionó: la dimensión de las ollas. Hasta ahora había visto equipos de 200 litros como máximo, pero ahora estaba ante equipos de capacidad de 2000 litros y lo más sorprendente fue darse cuenta que si bien estaba ante algo 10 veces más grande (o 40 veces más grande que mi humilde equipo casero) la forma de elaborar es bastante similar. No les voy a decir que es igual, pero hay muchas cosas que se mantienen muy parecidas y que hace que uno pueda verificar que a pesar de la magnitud, la elaboración sigue siendo “artesanal”. Y eso es algo importante de remarcar, porque estoy seguro que mucha gente ya debe de pensar en esta empresa como algo industrial. Se nota la mano y la dedicación humana en el proceso y creo que de alguna forma eso se termina transmitiendo al producto final, lo que le da el carácter especial.

Siguiendo con la elaboración, se maceró durante el tiempo indicado y luego se comenzó con el recirculado, hasta que el mosto comenzó a salir más “limpio” como se ve en la foto.
Terminado eso, se comenzó con el llenado de la olla de hervido y a pocos minutos de romper el hervor se hechó el lúpulo de amargor. Sería el único lúpulo que llevaría esta cerveza.

Mientras el mosto hervía, nos esperaba un almuerzo espectacular. El menú empezaría con leberwurst como para ir picando para luego seguir con unos chorizos y culminar con el plato especial del día: Lechón alimentado a malta. No les puedo explicar lo que estaba eso… Un espectáculo!
Una anécdota sobre esto. Para los que tienen una fábrica de cerveza, el bagazo que es como se llama a los restos de los granos de la cebada que fueron macerados, es todo un problema desde el punto de vista de cómo deshacerse de ellos. Imagínense que son centeneras de kilos que no se pueden tirar a la basura así nomas.
La gente de Antares encontró la solución ideal. Le dan el resto de los granos a un criador de cerdos que encima los pasa a retirar él mismo y a cambio le paga cada tanto con un lechón para que disfruten los muchachos de la fábrica. Esos cerditos solo se alimentan a malta y parece que su carne termina siendo más suave. Que tal? :)

Todo fue acompañado con la última elección del brewmaster, la Altbier. Un lujo.

Todo el staff de Antares, con los invitados, degustando el lechón y brindando con Albier

Cuando terminamos de almorzar, Leo nos presentó a los ingredientes especiales que llevaría esta cerveza. Una serie de especias, que serían molidas previo a ingresarlas al mosto una vez que dejara de hervir.
No voy a revelar explícitamente el total de los ingredientes, pero les dejo una foto donde pueden verlos a todos juntos. A ver quien es el especialista que adivina alguno o todos…

Ingredientes especiales

Leo nos dio la oportunidad de que cada uno pueda echar una especia al mosto de forma tal que puedo decir que fui parte de esta cerveza en serio! :) Cada vez que ingresaba una especia se hacía una nube de aroma que inundaba el lugar. Parecíamos alquimistas elaborando una receta secreta.

Una vez ingresadas todas las especias, fuimos a conocer el fermentador donde se alojaría el mosto por las próximas semanas. Leo aprovechó la ocasión para explicar el proceso de fermentación y como funcionan estos fermentadores en particular. Debo decir que esta sección de la fábrica es la más impactante. Todos lo fermentadores de acero inoxidable, con control de temperatura individual a través de tuberías que llevan agua fría y agua caliente. Así pueden poner un fermentador a 5° para hacer lagers y otros a 27° para hacer esta ale especial (si, leyeron bien, 27°). Y todo fabricados por ellos mismos.

Sala de fermentación

La levadura utilizada la trajeron especialmente de USA, y es de estilo belga. La cerveza tendrá una graduación alcohólica de 10°.
Tuve el honor de poder probar un sorbo del mosto antes de su enfriado y ya se nota el gustito especiado que tendrá. Todo parece indicar que será una cerveza para recordar.


Nery y Leo Ferrari explicando el proceso de fermentación

Ya se había terminado el proceso y se iba acercando la hora de partir. Para la envidia de los lectores, pude darme el lujo de tomar directo de los barriles de envasado unas pintas de Cream Scout (donde doy fe que lleva nitrógeno), una Porter y coronar el día con una Barley que es una de sus mejores especialidades.

Fue un día espectacular. Se nota que en la fábrica se respira una onda excelente entre la gente que trabaja. Parecen trabajar como una gran familia.

Tengo mil cosas para contar. Muchas anécdotas, como por ejemplo el haber visto el primer equipo con el que Leo y Mariana (esposos y dueños de Antares, junto a Pablo) comenzaron en su casa a elaborar cerveza por primera vez. Material que seguramente algún día será parte del museo Antares.

Podría escribir y escribir pero hay que darle un final a la nota.
Quiero agradecer enormemente a Leo Ferrari por su invitación. También a Mariana a Pablo y a todo el staff de Antares por toda la buena onda y permitirme pasar un día fantástico.

Y gracias Olaf por el departamento!!! :)

Colección de fotos:
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